Asamblea General 2014 FEAACI

01/01/2014 - Córdoba, 5 y 6 de abril de 2014

Asamblea General FEAACI. Córdoba, 5 de abril 2014

CRÓNICA DE UN DÍA INOLVIDABLE

En Córdoba, el 5 de abril, las calles ya huelen a azahar. Y esta bienvenida es la que la ciudad, generosa, prepara a los visitantes cuando llega la primavera. Y fue exactamente el 5 de abril cuando las miembros de las Juntas Directivas de las 15 Asociaciones de Antiguos Alumnos ACI que componen FEAACI, amigos de las distintas Asociaciones, y algunas de las esclavas que acompañan a las asociaciones en su día a día, celebraron su Asamblea General anual.

Como Federación, la Asamblea anual es el momento en el que todas las Asociaciones provinciales (Alcoy, Barcelona, Berirredrá, Bilbao, Cádiz, Córdoba, Jerez de la Frontera, Las Arenas, Madrid, Pedro Abad, Puerto de Santa María, Santander, Valencia, Valladolid y Zaragoza) ponen en común sus actividades del año y sus proyectos para el siguiente. Todas ellas, enfocadas a un objetivo común: “mantener y vivir el Espíritu de Verdad recibido del Evangelio y el carisma de Santa Rafaela María, fundadora de las Esclavas del Sagrado Corazón, cuya misión es la Reparación del Corazón de Jesús y la Eucaristía como centro y misión Apostólica”. Y también como parte del orden del día se repasaron las cuentas de la Federación. Un apartado muy importante, tanto como las actividades intelectuales, educativas y espirituales. Porque con el dinero de las cuotas, y el que se va recogiendo en distintas iniciativas, la Federación junto con las Esclavas mantienen un colegio en Filipinas (el parvulario Santa Rafaela María en Naga, al sur de la isla de Luzón) en el que actualmente unos 400 niños reciben educación y se inician en la vida y en el espíritu de Santa Rafaela María. Como me comentaban Maria José Belenguer, Secretaria y Consuelo Montoya, Presidenta de la Federación, ambas pertenecientes a la Junta Directiva de Valencia, lo que empezó como un parvulario fue creciendo, a medida que crecían sus alumnos, y ya cubre toda la educación primaria. Por ello hace unos años se compró un terreno, y se está construyendo una escuela más grande por parte de las Esclavas, la participación de Feaaci y algunas subvenciones. Tienes toda la información del proyecto, bajo el epígrafe “dame una beca” en la página web de FEAACI, www.feaaci.com. Así que ya sabes: si eres antigua de las Esclavas y aún no te has asociado, hazlo, porque con tu cuota anual, realmente pequeña, se está desarrollando un gran trabajo.

Y tras el trabajo llegó el momento del ocio: un paseo por las calles de Córdoba, especialmente por el barrio de la Judería, que fue un verdadero placer. La mañana era de temperatura cálida, pero el sol, que en Córdoba, os lo puedo asegurar, aprieta con ganas, tuvo la gentileza de esconderse y dejarnos disfrutar sin excesivo calor de la guía y las explicaciones de las antiguas cordobesas, con Loli Jurado, Inés González Santacruz y Carmen Giovanetti a la cabeza. Una comida en el Círculo de la Amistad a la que se unieron antiguas de Córdoba -que, aunque no formen parte de la Junta, sí son parte de la gran comunidad de antiguas alumnas de las Esclavas- fue el broche de oro a unas horas de sincera alegría ante tantos reencuentros, abrazos, piropos (todas estamos estupendas, no lo dudes), firmes promesas de seguir en contacto... Muchas nos conocíamos de años, fuimos juntas al colegio o habíamos coincidido en otras ocasiones. Otras muchas nos conocimos en ese momento, y ante una buena copa de vino y un riquísimo menú sentamos las bases de una amistad que, en el futuro, estoy segura que dará muchos frutos. Porque haber pasado por las Esclavas, y tener en común unos mismos principios, una forma parecida de ver la vida, y un espíritu cristiano basado en el amor a la Eucaristía que nos enseñó Rafaela María, es algo que rápidamente une nuestros corazones, y también nuestras almas. Y entre tanta alegría, y el consecuente alboroto (¡hay que ver la bulla que pueden llegar a formar 300 mujeres juntas!) jóvenes y mayores, religiosas y seglares, cogimos los autobuses y nos fuimos para Pedro Abad, a visitar a Santa Rafaela María y a la Madre Pilar en su casa. Para contarles lo que las queremos y demostrarles con una Eucaristía celebrada, de verdad, entre hermanas, lo bien que han sabido educar a tantas generaciones de mujeres. Las religiosas Esclavas (con nosotras, pendientes de que todo saliera bien estaban Pilar Cabrera, Pilar Serrano, las Yáñez... tantas madres a las que las cordobesas queremos y de las que hemos aprendido a vivir en cristiano, y lo mismo en las demás asociaciones) han sabido adaptar su mensaje, siempre con la Eucaristía en el corazón, a las diferentes formas de vivir de abuelas, madres, hijas y nietas. En los colegios ya están las cuartas generaciones. En el colegio de Córdoba, que es el que yo conozco, mi abuela Rafaela y su hermana Carmen fueron dos de las doce niñas que empezaron a recibir su educación, directamente de las fundadoras. Estuvieron después mi madre y sus hermanas y compañeras; mi hermana y yo, con prácticamente todas nuestras primas y ya cientos de colegialas; hoy nuestras hijas e hijos y muy pronto nuestros nietos. Hemos visto crecer el mensaje de Santa Rafaela María por España, y por todo el mundo. Y eso, para todos nosotras, es una riqueza y un orgullo. El orgullo que todas sentíamos ya en la Iglesia de Pedro Abad, abarrotada, donde con una sola voz cantábamos “Rafaela María, la mujer que supo amar, Rafaela María, madre llena de humildad...”

Y para terminar una jornada llena de sentimientos y vivencias, nos esperaba una preciosa sorpresa: exquisitas magdalenas, bizcochadas y bizcochos que las antiguas de Pedro Abad habían preparado para que merendásemos, con todo su cariño y unas manos de oro (las del Horno del Cristo, no me olvido). Los dulces sabores que acompañaron la infancia de Santa Rafaela María, y que al probarlos, nos envolvieron a todas en el calor y el aroma de toda una vida consagrada a Dios y a los demás. Ojalá, tía Rafaela María, sepamos ser siempre fieles a tu mensaje. Por lo pronto... ¡Nos vemos la próxima primavera, en Alcoy!

Carmen Garijo Galán.
Antigua Alumna ACI de Córdoba.